13 de diciembre de 2020

SAN JOSÉ MANYANET-16.12.2020

2020. FIESTA DEL P. FUNDADOR – SAN ANDRÉS, 16.12.2020

Gn 12, 1-4-Salmo 11-1 Jn 1-4-Mc 3, 20-21.31-35

Estimada comunidad religiosa, parroquial, educativa, amigos todos "hijos e hijas espirituales de San José Manyanet": ¿Quiénes son mi madre, mi padre…? Buscan la voluntad de Dios y la cumplen…".

. Somos la familia de Jesús; somos Nazaret universal, abierto a todos los hombres y mujeres del mundo; buscamos escuchar, entender, aceptar, cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas y hacerlo como hermanos, como familia, como comunidad…. Vivimos una situación incierta. Sentimos nuestra fragilidad, vulnerabilidad como personas; si alguna vez nos "creímos dioses" experimentamos ahora nuestra mortalidad y contingencia… y, sin embargo, mantenemos viva nuestra fe y nuestra esperanza, porque descubrirnos, en la humildad, la  verdad de lo que somos, en la realidad de nuestra familia y de nuestra historia y esto nos hace grandes!

 

. En ocasiones tenemos que pasar el camino del desierto; dejar la comodidad y los espacios de confort y seguridad en los que nos encontrábamos cómodos y salir a una realidad nueva, "una tierra que te mostraré".  Ponerse en camino no es fácil, dejar atrás todas las seguridades tampoco, ver con incerteza el futuro asusta… y es humano que así sea, como es también humano no rendirse, caminar, sacrificarse, luchar, soñar y vislumbrar ya una tierra nueva y mejor para todos…  La humanidad ha logrado metas extraordinarias gracias a haber conservado la esperanza, y grandes cosas logra realizar Dios en el hombre cuando la esperanza se mantiene viva dentro de él, porque la misma hunde sus raíces en la fe y es reflejo de un corazón abierto, de un corazón que cree. Por ello es posible «esperar contra toda esperanza», gracias a la predisposición del hombre y el actuar de Dios.

 

. Donde estamos viviendo la vida, ahí… mantenemos la esperanza. No nos rendimos a la noche. Recordamos que el primer enemigo a derrotar no es el virus, no está fuera, está dentro de nosotros. Es necesario rechazar pensamientos oscuros, amargos… confiar en Dios, en su Espíritu que mueve todo hacia el bien; es necesario construir puentes, abrir veredas, alzar la mirada…. la fe y la esperanza avanzan juntas. Dios no defrauda. Toda lucha tiene sentido. Al final nos espera no un naufragio, sino Dios, la vida, la eterna primavera, "un niño que nace…".

 

. "Un Nazaret en cada hogar" es un hogar para construir día a día, levantándonos, obrando la paz entre los hombres y mujeres, la armonía en la familia… sin dejar que nada nos paralice los pasos, levantándonos siempre, ayudando y dejándonos ayudar… amando a las personas una a una, por lo que son… cada una tiene su propia historia que contar…. Siendo responsables de este mundo y de la vida de cada persona, de cada "niño-a" confiado nuestras manos. La vida no cesa… y cada día se nos pide el valor de la entrega, del sacrifico, de la generosidad, de la enseñanza y el ejemplo; el amor y el coraje de la verdad y esos ideales que nos engrandecen como familia, educadores, maestros, padres…

. San José Manyanet (M. Encarnación, los Mártires, Siervo de Dios P. Morera…) se pusieron en camino dejando al lado  cualquier comodidad, sufrieron miedos e incertidumbres… y se mantuvieron en actitud de escucha, búsqueda  y respondieron a la voluntad de Dios sobre ellos, se mantuvieron firmes en el seguimiento del Maestro… y desde la fidelidad, transformaron sus vidas y la sociedad viviendo los valores genuinos del Evangelio, la familia, la educación… comprometiéndose en gestos concretos de solidaridad y cultivando un estilo de vida sencillo, humano, nazareno, compasivo. Mostrándonos con sus palabras y obras que lo vivieron, sintieron, contemplaron, experimentaron…

. Como ellos, compartamos lo que vivimos, también los sueños de un mundo que todavía no se ve pero que viene y vendrá en Jesús de Nazaret, nacido para darnos vida, luz, salvación.  "Ánimo, pues y adelante", decía S. José Manyanet. Con la Gracia de Dios todo es posible.

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