29 de julio de 2023

"...discernir entre el bien y el mal..."

XVII TO-A-  Reyes 3, 5.7-12/ Rom 8, 28-30/ Mt 13, 44-52

 

. En la primera lectura (1Reyes) hemos escuchado lo que Salomón le pide a Dios. No le pide poder, ni seguridad, ni una economía solvente sino un corazón comprensivo, sabio, prudente: da a tu siervo un corazón dócil, capaz de discernir entre el bien y el mal.  Esta fue la sabiduría de Salomón: reconocer su debilidad, sus dudas, miedos y búsquedas "soy un muchacho joven y no sé por dónde empezar o terminar") y, desde esa actitud, pedir honradez y sensatez de vida para cumplir bien su misión. Una petición que bien podríamos hacer nuestra.

 

. Jesús nos ayuda en el discernimiento mostrándonos dónde están los tesoros verdaderos de nuestra vida porque, a menudo, permanecen escondidos entre tantas cosas, y también a distinguir lo bueno, lo que ayuda, lo que está en consonancia con el Reino y desechar lo que nos estorba.  Hoy, al final del capítulo 13 de Mt hemos escuchado tres parábolas cortas sobre el centro de la predicación de Jesús, el Reino, y una sentencia.

 

. Tesoro y perla hablan del Reino.  Un Reino que siempre está escondido y unos encuentran sin buscar (tesoro) y otros buscándolo (perla). Unos reciben la fe sin buscar demasiado, otros la buscan, piden y encuentran. El resultado es el mismo: una gran alegría y una reorganización de los valores de la vida: todo, menos el Reino, pasa a ser relativo. El próximo día 31 de julio, celebramos la fiesta de San Ignacio. La primera meditación de los Ejercicios es "principio y fundamento" de la vida, que es otro modo de decir y plantear: ¿cuál es el centro, lo esencial y decisivo de nuestra vida? ¿Qué es lo absoluto en mi vida? Conviene ser sensatos y no equivocarse a la hora de elegir el eje de la existencia, la piedra angular, el tesoro, la perla, de nuestra vida.

 

. La tercera parábola habla de la red referencia al juicio final, pero también retrata una realidad: la comunidad cristiana "hay de todo", peces buenos y no tan buenos. Es una invitación a ser coherentes. Finalmente, la imagen del jefe de la casa, que para transmitir la fe parte de cosas antiguas, tradición, relatos escuchados y cosas nuevas que captan la atención de los hijos… como hacía Jesús fiel al Antiguo Testamento y totalmente innovador. Transmitir la fe con sabiduría, coherencia y también creatividad; el pasado forma parte de lo que somos, de nuestra herencia de fe, pero siempre se actualiza, se hace vida en el presente y se manifiesta en la alegría y el gozo.

 

. San Pablo nos recuerda que Dios lo dispone todo en bien de quienes lo aman; lo que nos pasa y vivimos a nivel personal, social, eclesial, mirado desde la fe, siempre puede contribuir a un fin positivo. "A los que aman a Dios todo les sirve para el bien". Que así sea con la Gracia de Dios.

22 de julio de 2023

"El justo debe ser humano"

XVI TO –A-  Sab 12, 12.16-19 / Rom 8, 26-27 / Mt 13, 24-43

 

Son muy hermosas y consoladoras las palabras del libro de la Sabiduría: "Tu fuerza es el principio de la justicia… tu señoría sobre todo te hace ser indulgente con todos… juzgas con moderación… enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano y diste a tus hijos una buena esperanza… pues concedes el arrepentimiento a los pecadores".  Perdonad que haya repetido las palabras que acabamos de escuchar, pero encierran una gran enseñanza, desarrollada también en el evangelio de Mateo. Dios nos ha otorgado la dignidad de ser hijos y nos ofrece el camino para vivir como tales asumiendo al mismo tiempo la realidad pecadora sí, pero abierta siempre a la misericordia. Por eso la religión, nuestra religión, es siempre un camino de vida y de amor, de esperanza, nunca de muerte.

 

El mal existe, crece en el mundo, se manifiesta, se "confunde" en ocasiones con el bien, se "disfraza" para engañarnos; existe la cizaña entre la buena semilla sembrada, es una "realidad misteriosa" que nos tienta con promesas halagadoras para que nos apartemos de Dios, del bien o incluso para que creamos "ya perfectos", "ya santos". Jesús cuenta siempre con gran realismo la presencia y la fuerza del mal ya desde lo profundo del corazón de la persona. Por eso recuerda que el crecimiento del Reino, de su amor, no es una marcha triunfal en el mundo ni en la historia, sino que convivirá siempre con las fuerzas disgregadoras del mal y de la división, contra la que hay que luchar, tanto a nivel interno como social.

Siempre existirá la tentación del "purismo" que quisiera aniquilar todo lo que es la cizaña para que solo quede el buen trigo, pero actuando así, nos recuerda la parábola, se corre el riesgo de echar a perder también la buena semilla, guiados solo por nuestro criterio. Por eso la parábola invita a dejar en manos de Dios el juicio último cuando sea el momento oportuno. En cualquier caso, nos toca asumir nuestras experiencias de gracia y también de miseria, dejarnos transformar por la misericordia y la paciencia de Dios que es un regalo que todos necesitamos y hacer siempre el bien para que sea más fuerte, y lo es, que la cizaña que nos enreda en la vida.   Nuestra vocación es la santidad que nos es dada por la misericordia de Dios, tal como Jesús nos enseña: la paciencia de Dios hace posible la conversión y la fidelidad; sólo Él conoce bien los tiempos, siendo "clemente y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal". En este camino San Pablo nos recuerda que "el Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad".  Dios mismo va sanando nuestra propia cizaña; no sintamos miedo de mostrarnos tal y como somos; no somos superhéroes; necesitamos la fuerza sanadora y renovadora del Espíritu para ser un buen trigo en un mundo lleno de tantas heridas.

. Hoy se celebra la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, vísperas de la conmemoración de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús. El Papa recuerda que, "la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores quiere ser un pequeño y delicado signo de esperanza para ellos y para toda la Iglesia". El lema es: "En el encuentro entre jóvenes y ancianos Dios nos da su futuro".

 "Son los ancianos quienes nos transmiten la pertenencia al Pueblo santo de Dios. Tanto la Iglesia como la sociedad los necesita. Ellos entregan al presente un pasado necesario para construir el futuro. Honrémoslos, no nos privemos de su compañía y no los privemos de la nuestra; no permitamos que sean descartados", escribe el Papa. Que así sea con la Gracia de Dios.