24 de septiembre de 2020

Nuestra Señora de la Merced

La Merced, regalo de María, Jer 30, 8-11, Heb 12, 2-7.11-13- Jn 2,1-11

. "Señor Dios nuestro, por las angustias de la Madre de tu hijo, liberadora de los cautivos, concede, a quienes viven bajo cualquier esclavitud, la verdadera libertad de los hijos de Dios".  Con esta oración se reza a la Madre de Dios de la Merced, patrona de Barcelona.

. El origen de esta devoción hay que buscarlo en el año 1218, siglo XIII, cuando San Pedro Nolasco fundó la Orden de la Merced con la finalidad de liberar a los cristianos prisioneros de los musulmanes:

"Els reis moros tenen plenes ses masmorres de captius
que al remor de les cadenes
ploren llàgrimes a rius. Jesucrist no els abandona, puix Nolasc els ha escoltat".

Ocho siglos después el carisma mercedario mantiene toda su vigencia y actualidad dado que muchas personas continúan cautivas de diferentes formas de esclavitud.  Ya no son ni los musulmanes ni los corsarios quienes les tienen sometidas 8aunque en países musulmanes todavía los cristianos son encarcelados por serlo, por leer la Biblia y llevar una cruz en el pecho), sino que ahora son nuevas formas de esclavitud más sutiles, pero igual de destructivas, que mantienen a muchas personas, almas, ligadas con cadenas.

Las drogas, el alcohol, internet en todas sus formas, el juego o la pornografía también inmovilizan con gruesas cadenas a miles de personas, anulan totalmente la voluntad e impiden alcanzar una gozosa y verdadera libertad. Estas formas de esclavitud moderna destruyen la dignidad humana, la familia, la sociedad y hacen caer en el pozo de la miseria moral a quien las sufre. Nosotros, cristianos no debemos estigmatizar a los esclavos de nuestro siglo; al contrario, debemos luchar para que ni nosotros mismos ni otros caigan en la trampa, la encerrona que, con cara amable, seductora y falsas promesas de felicidad, presentan estas tentaciones.

No té esclus ja Moreria, Llucifer els té a milions.
Oh! preneu-los-hi, Maria,
tots els regnes i nacions. Es l'infern la negra androna, de la gran captivitat:

Encomendemos a todos los que sufren alguna esclavitud del cuerpo, del espíritu, del alma a la Madre de Dios de la Merced, única capaz, gracias a su intercesión, de romper todo tipo de cadenas, de presión. Y ofrezcamos razones para vivir, luchar "hasta derramar la sangre" (Heb), ideales, sentido…

"Haced lo que Él os diga" y Él nos lleva a la libertad verdadera, la que busca y realiza el bien, la que funda la verdadera dignidad, la que, unida a la responsabilidad, nos ayuda a construir un mundo más fraterno para todos. Como María mantengamos una mirada atenta a las necesidades de los demás y a las tentaciones que vienen y confiemos en el Señor que siempre realiza el milagro  de darnos vida en las circunstancias en las que nos encontremos.

. "María, Merced de Dios, regalo de Cristo a los hombres. La Trinidad Santa te envió a Barcelona, mensajera de libertad y misericordia, para, por medio de Pedro Nolasco, mostrarte corredentora, mediadora, Madre de todos, ternura de Dios para los pobres. Madre de la Merced, enséñanos a valorar nuestra fe cristiana, haznos capaces de amar con caridad mercedaria, conviértenos en portadores de paz. Que tus besos derritan la violencia que nos envuelve, hasta que recuperemos, en tu regazo materno, la ilusión de familia, transformado el mundo en un hogar".

Dels captius Mare i Patrona, puix del Cel ens heu baixat:
Princesa de Barcelona, proteciu vostra ciutat. Amén

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