22 de abril de 2023

"Quédate con nosotros..."

III DOMINGO DE PASCUA -A- Hech 2,14.22-28/1 Pe 1,17-21/Lc24,13

. Una catequesis sobre la Eucaristía: el camino es la liturgia de la Palabra; la cena,  la liturgia eucarística que acaba con el anuncio de que Cristo está vivo.

 

. Los dos discípulos se marchan, huyen de Jerusalén el mismo domingo… camino de Emaús. Se encuentran desilusionados, decepcionados, hablan, dialogan, caminan… y Jesús se hace presente y, como en todas las apariciones, ellos no le reconocen y le llaman "forastero" … Esperábamos, creíamos, sonábamos… pero todo acabó.  Dios les ha decepcionado… la fe pasa siempre por dudas, crisis, dificultades, se alejan de la comunidad…   pero todo ello nos posibilita salir más fuertes…

 

. Jesús, ese "forastero que parece que no se ha enterado de nada de lo sucedido", se acerca, escucha, acompaña, camina con ellos y también explica las Escrituras…. Hasta que llegado el momento recibe una invitación que muestra que se ha generado un clima de confianza: "Quédate…".  Podríamos decir que se dejan "recatar por Jesús", desde su propia libertad y decisión: "Quédate".

 

. De alguna manera ellos, como nosotros, necesitan una experiencia propia, no les basta la experiencia de los demás; piden que Jesús se quede, les acompañe en su propio camino. Y le reconocen en la fracción del pan. Sus corazones se abren, reconocen sus sentimientos: "¿No ardía nuestro corazón…?". Siempre hay un gesto, una luz, un detalle, una caricia que nos toca, nos sostiene y anima.

 

. Y entonces, se olvidan del cansancio y vuelven a Jerusalén donde están los apóstoles reunidos… tienen necesidad de compartir, de ensanchar el corazón, del encuentro con los demás porque han sido encontrados por Cristo y este encuentro les ha hecho salir de sus temores, de sus miedos y angustias. Y este es nuestro anuncio: el Señor viene a nuestro encuentro. El viene con respeto y amor, como el don más hermoso para compartir. Jesús habita más en nosotros cada vez que lo anunciamos. Cuando se encuentra a Jesús, ningún obstáculo puede impedirnos anunciarlo. En cambio, si nos guardamos solo para nosotros su alegría, tal vez sea porque todavía no lo hemos encontrado de verdad.

 

. Encender una luz en la oscuridad, vencer el miedo y el desánimo, vivir sin rendirnos jamás, mantener viva la esperanza… Jesús nos acompaña en el camino, se hace el encontradizo, nos recuerda una lección permanente: la Luz pasa por la cruz, la Luz ilumina las cruces y las oscuridades, la Luz nos permite reconocer al otro en sus palabras, en sus gestos…  la Luz se manifiesta también en la comunidad que celebra, parte y comparte la Palabra y el Pan y esto es la Iglesia.

 

. "Si recuperas el primer amor, el asombro y la alegría del encuentro con Dios, irás hacia adelante. Recuerda y camina", dijo el Papa Francisco en la homilía de la Vigilia Pascual. Y es verdad que cuando vivimos la experiencia de encuentro con el Señor u otra experiencia positiva de encuentro con las personas esto siempre nos anima, sentimos una mirada nueva sobre la realidad, el mundo, el futuro.  Por eso es tan importante el encuentro fraterno que nos abre a nuevos horizontes de vida. Pidamos al Señor el don de reconocerlo y anunciarlo a los hermanos. Que así sea con la Gracia de Dios. 

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