12 de marzo de 2009

"...Y EN TRES DÍAS LO LEVANTARÉ"

DOMINGO  III DE CUARESMA  -B-  Ex 20,1-17/Co 1,22-25/Jn 2,13-25

 

Siguiendo el relato de la historia de la salvación (Noé, Abraham) la liturgia nos presenta las palabras que en Señor entrega a Moisés, en el marco de la Alianza del Sinaí. Se resumen en el Decálogo, un camino de libertad para el hombre. Las tablas de la Ley "no son una imposición arbitraria de un Dios tirano. Fueron escritas en piedra, pero antes, habían sido escritas en el corazón de los hombres como la ley moral universal, válida para todo tiempo y lugar. Hoy, al igual que siempre, las Diez palabras de la Ley ofrecen la única base auténtica para la vida de los hombres, de las sociedades y de las naciones. Son el único futuro de la familia humana. Salvan al hombre de la fuerza destructiva del egoísmo, del odio y de la mentira. Ponen de manifiesto todos esos falsos dioses que le esclavizan: el amor propio hasta la exclusión de Dios, la avidez de poder y de placer que degrada nuestra dignidad humanan y la de nuestro prójimo". (Juan Pablo II). La Ley es un don de Dios para nuestra realización, no para nuestra humillación; deben fomentar nuestra respuesta de amor a un Dios que nos ha amado y nos ama, expresar la fidelidad a la alianza; garantizar el respeto a la vida humana y la primacía de Dios sobre los ídolos. Por eso no debemos reducirla a un mero cumplimiento externo o destacar solo, como los judíos,  su aspecto jurídico.

 El gesto de Jesús en el templo sorprende. Es una profecía sobre el Templo, sobre el culto, sobre la verdadera religión. No es tanto un ataque a las personas cuanto a la estructura religiosa que ha llegado a ser impura, injusta, vacía, puramente exterior, por el mercantilismo religioso que utiliza la religión y a Dios para el propio provecho y por la visión tan reducida y particularista del Templo, centro  de la economía, política y religión judía con una gran carga histórica, simbólica, religiosa que no podía pasar desapercibida y se mantiene hoy día. Jesús quiere derribar  los muros de separación que había en el Templo. Es lo que sucedió a su muerte, cuando se rasgó el velo del santuario  para que todos puedan acceder al culto al Padre. Jesús habla del templo de su cuerpo y de todos los cuerpos humanos. El templo no puede ser solo un lugar, sino un hogar, una comunidad, un corazón. Toda persona puede llegar a ser un templo de Dios. Esta línea de pensamiento es la que utilizó Jesús con la samaritana hablando sobre el culto que Dios quería "en espíritu y verdad".

  Para Jesús todo día de la semana, todo tiempo, todo lugar son ámbitos en donde se puede encontrar siempre a Dios. Es algo que entenderá perfectamente la Iglesia primera, no solo porque al ser perseguida, no tenía lugares de culto. Cuando el prefecto romano Rústico pregunta a san Justino dónde se reunían los cristianos, recibe la siguiente respuesta: "Donde cada uno prefiere...pues el Dios de los cristianos no está circunscrito a lugar alguno, sino que, siendo invisible, llena el cielo y la tierra y en todas partes es adorado y glorificado por sus fieles". Por esta razón en una ocasión la turba pagana gritará contra los cristianos: "Mueran los ateos". Y el mismo Justino responderá: "He aquí que se nos da el nombre de ateos; y, si de esos supremos dioses se trata, ciertamente confesamos ser ateos". Y más tarde cuando los cristianos empiezan a construir sus templos "no eligieron el modelo arquitectónico del templo pagano, sino el lugar de reunión pagana, la basílica": porque era en el lugar de encuentro habitual entre los hombres en donde se expresaba la presencia de Dios.

San Pablo nos recuerda que  la cruz de Jesús mostró que hay una sabiduría de Dios más sabia que la de este mundo y una debilidad de Dios que es más fuerte que el poder de los hombres de este mundo. Dios siempre nos sorprende, sobre todo en la debilidad del amor crucificado. No olvidamos los Diez mandamientos ni la vida moral, claro que no, pero miramos la Cruz que es, también para nosotros,  "fuerza y sabiduría de Dios". Que así sea con la Gracia de Dios.

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